Documentos Forenses
2013



Hay algo en este país, una violencia generalizada oculta en
el propio paisaje. 
...Por eso hay que tener mucho cuidado al visitar ese país para no
verse atrapado por esto- por esta violencia inconsciente y tan
peligrosa que se oculta en cada centímetro de tierra. 
Esta ahí, en todos los lugares, al acecho, y hay que permanecer siempre
 en guardia.
Robert Smithson.




No hay un documento de civilización que no 
sea también un documento de barbarie.
Walter Benjamin.










     Deceso  no. 1, Suicidio. Pirámide de la Luna. Teotihuacan. Estado de México. 2013
























      Deceso  no. 9, Sin Datos. Calzada de los Muertos. Teotihuacan. Estado de México. 2013























    Deceso  no. 12, caída. Ciudadela. Teotihuacan. Estado de México. 2013





















    Deceso  no. 10, Paro Respiratorio. Pirámide de la Luna. Teotihuacan. Estado de México. 2013
    






















     Deceso no. 6, infarto. Pirámide del Sol. Teotihuacan. Estado de México. 2013
























     Deceso  no. 11, Sin Datos. Entrada a la Zona Arqueológica. Teotihuacan. Estado de México. 2013

























     Deceso no. 3, Paro cardiaco. Camino al museo. Teotihuacan. Estado de México. 2013


























     Deceso  no. 7, Rayo. Plaza del Sol. Teotihuacan. Estado de México. 2013
























    Deceso no. 5 , Caída. Pirámide del Sol. Teotihuacan. Estado de México. 2013























     Deceso no. 8, caída. Pirámide de la Luna. Teotihuacan. Estado de México. 2013





















     Deceso no. 2 , Paro Cardiaco. Calzada de los Muertos. Teotihuacan. Estado de México. 2013
























    Deceso no. 4 , Caída. Pirámide de la Luna. Teotihuacan. Estado de México. 2013








   FOCAEM. 2013
       




Documentos Forenses.



Se sabe que los lugares son depósitos de recuerdos y de
acontecimientos del pasado, que nos ayudan a comprender
que nuestra época representa tan solo un estrato de una
historia inmensa e imprevisible.
Sérgio Mah.




La historia de México es una crónica de muerte,
un  legado de dioses crueles, pero de hombres
incluso más crueles.
Gerry Badger.


Como parte de un proyecto de investigación en Teotihuacan, estoy rastreando pistas sobre los decesos ocurridos durante los últimos años dentro de la mítica ciudad de los dioses. Una tierra asociada desde el inicio a la consagración de la sangre como ciclo vital de la existencia, donde los decesos no dejan de manifestarse; como si los individuos actuales cubrieran una cuota solicitada por los dioses para continuar con la existencia de dicha ciudad sagrada en el presente. Momentos distantes y paralelos de violencia, muerte y sacrificio se encierran en el mismo espacio sagrado, donde el acto de quitar o perder la vida tan común en la historia de México es trascendido a una clase de ciclo cósmico como metáfora de renovación del universo.


Al día de hoy la historia de Teotihuacan se mantiene como un enigma. Para los mexicas, Teotihuacan, fue el lugar sagrado donde los dioses, mediante el autosacrificio, crearon el Sol, la Luna, y a los pobladores (Codice Chimalpopoca). A través de  la reconstrucción de sus vestigios mediante las investigaciones realizadas en el lugar por Leopoldo Batres en 1906, Manuel Gamio en 1917, o Saburo Sugiyama en el año 2004, entre otros, se descubrió la realización del sacrificio humano dentro de Teotihuacan aparentemente como ofrenda a las construcciones monumentales de la ciudad; es decir, a los trabajos de edificación. La decapitación, desmembramiento e infanticidio, solían llevarse acabo particularmente con el inicio de nuevas construcciones de templos, altares, y otros edificios comunales. Varios rituales de sacrificio humano quedaron registrados en pinturas murales de Teotihuacan, por lo que se puede denotar la presencia y la importancia que tenía para los habitantes de dicha ciudad. En la Pirámide de la Luna por ejemplo, se encontraron diversos entierros asociados al sacrificio humano, destaca el de un hombre colocado en posición sedente atado con las manos hacía atrás y acompañado por dos felinos, un cánido, una serpiente y aves de rapiña; mientras que en la Pirámide del Sol se localizaron entierros infantiles en cada una de las esquinas de los tres cuerpos escalonados en honor a dicho monumento. Resulta significativo la ofrenda humana a los dioses y monumentos de la ciudad, a través de la decapitación, extracción del corazón, y desmembramiento. Posteriormente a la  vida activa de Teotihuacan por más de cuatrocientos años, su destrucción aún se encuentra sujeta a varias hipótesis, sin embargo, una vez que la ciudad se convirtió en ruinas, se considera fue reutilizada por otros asentamientos humanos donde nuevamente la violencia y la muerte se hicieron presentes en dichos vestigios. Para Sugiyama aún falta mucho por investigar y estudiar dentro de Teotihuacan, pero a manera de conclusión apunta: Las victimas – de diferentes edades y sexo, y pertenecientes a distintas categorías sociales e ideológicas- fueron seleccionadas, sacrificadas y enterradas por los dirigentes de acuerdo con los significados y funciones de los monumentos, tal y como lo evidencian las recientes investigaciones.



A lo largo de mis investigaciones por la ciudad, me he encontrado con la muerte de sujetos que van desde niños, hombres y mujeres; tanto en escenarios de la Pirámide del Sol y la Luna, así como en la Calzada de los muertos e incluso en otros espacios de la ciudad. Casi como un fotógrafo forense, investigo y rastreo el lugar donde ha ocurrido el deceso, una vez que lo encuentro hago el registro del lugar. Caídas, paros respiratorios, suicidio, infartos y muertes inexplicables, encarnan el ciclo de renovación constante en el que se ha encontrado la ciudad a través de sus más de dos mil  años de existencia. 

Paradójicamente conforme emerge la ciudad de entre el silencio de las piedras, y cuanto mayor es su estructura de "museización"como centro de conocimiento y resurgimiento del pasado, su arquitectura se convierte en una amenazante zona de riesgo que cobra la insatisfecha sed de sangre de los dioses del pasado.
 
Todas las fotografías en una medida de 80 x 100 cms.